Hasta ahora mis conocimientos de micología eran estrictamente gastronómicos. ¡ Como me gustan las setas !
Desde hace poco que conozco de cerca el arte de la recolección de setas. Hasta hace poco las excursiones para coger rebollones en el Pirineo, eran una mera excusa para ir a almorzar con los amigotes, siempre es gratificante patear monte para hacer hambre y luego acercarte a, por ejemplo, Luesia y dar buena cuenta de una judiada para todos.
Ahora que he instalado mi apartamento móvil con jardín y piscina (mi caravana) en tierras de Castilla León, donde tienen especial afición a la micología, estoy empezando a distinguir los distintos tipos de setas que se pueden encontrar en los pinares de Abejar. En este pueblo soriano hay una verdadera industria alrededor de las setas.
Mi primera experiencia como recolector han sido marzuelos (higrophorus marzuolus) seta de primavera poco conocida que esta ganando rápidamente adeptos entre los restaurantes y los vecinos de la zona. Parece ser que crece casi exclusivamente en los pinares de la variedad albar, de los que tanto se dan en esta región. Son muy difíciles de localizar por estar casi totalmente enterradas. Al ajillo resultan suaves y sabrosas.