Esta novela de Friedrich Fonmanov está repleta e humor, encanto e intriga explosiva. Estas son las palabras del director de las películas de James Bond Terence Young. Me parece que la leería en otro idioma: se hace casi ininteligible en algunos párrafos.
La historia basada en un hecho real, narra las aventuras del excadete Alexander Droll, que participó durante la Segunda Guerra Mundial en el envío de un cargamento de oro nazi a Argentina. El joven se dedica después durante toda su vida a descubrir los resultados de aquella operación. Sus investigaciones le llevan desde Argentina, Israel, Líbano, Francia, Alemania, Suiza e Inglaterra (quizás me dejo algún país), junto a su inseparable amiga Zipora, y personajes de todos los servicios secretos del mundo, a combatir a los neonazis que esconden el oro del Rhin.
Será verdad que la realidad supera casi siempre a la ficción. Me ha resultado tan increíble como cualquiera de las películas del agente al servicio de su majestad 007, con licencia para matar. Pero en la pantalla estaba el aliciente de ver a las agentes de los servicios secretos (no se porqué ninguna resultaba fea).
Resumiendo, lo he leído porque lo empecé, pero no me ha gustado.