Una joven escritora, bajo el pseudónimo de Cristifogosa, decide contarle al mundo una aventura erótica personal, escribiéndola y publicándola en una página web. Además de un gran éxito, obtiene una legión de fanáticas que, enamoradas de su literatura, quisieron ver escritas sus propias vivencias y fantasías de la pluma de su admirada escritora. Cristifogosa no sólo encontró el calor del público,además una fuente de inspiración inconmensurable. Las denominó «Las fogosas» y escribió una saga de relatos protagonizados por ellas. La fascinación de la escritora por generar sentimientos súbitos, le llevó a incorporar a sus relatos intriga, humor, enredo, romanticismo, poesía e incluso terror. Las chicas, maravilladas por las historias, no se conformaron solamente con leerlas, y quisieron dar el siguiente paso: Hacerlas realidad. La bella escritora compaginaba su nueva afición con sus inacabados proyectos literarios. Su sueño era escribir un libro increíblemente gracioso, o el más caliente, o uno que fuera muy intrigante y tuviera un final espectacular, o tal vez uno romántico que consiguiera enamorar a los lectores. Un día, al abrir la carpeta virtual de los libros, se dio cuenta de que lo había conseguido. En uno solo.
Es una curiosa experiencia leer este tipo de literatura, me ha entretenido lo suficiente para terminarlo. Supongo que no todas las jovencitas viven de este modo, pero … no me importaría volver a ser joven (no solo por esto).