Salpimentamos las codornices y las sellamos en una cacerola con aceite de oliva.
Reservamos las codornices y en ese mismo aceite ponemos a pochar la cebolla, la zanahorias, los ajos y unas hojas de laurel. Lo rehogamos a fuego medio 2 o 3 minutos. Si te gustan más potentes puedes añadir una cayena.
Añadimos a la cazuela un poco de tomate picado y los rehogamos otros dos minutos. Si queréis poner pimienta en grano, este es el momento de añadir 4 o 5 bolitas.
A continuación vertemos un poco de vino blanco y una vez evaporado el alcohol, otro tanto de agua. Probamos y rectificamos de sal. Incorporamos al guiso las codornices. Dejamos que se cocinen los ingredientes a fuego medio y tapado para que los jugos no se evaporen.
La carne de la codorniz no tarda mucho en estar tierna.