Sana envidia tengo y muy buenos recuerdos me produce la página “El Desván de Rafael Castillejo”. La vi por primera vez hace unos meses y desde entonces la visito periódicamente, sobre todo, para rememorar las imágenes de la Zaragoza de los años 50 y 60. Llegué a esta ciudad al final de esas décadas y la nostalgia me lleva a ver esas imágenes una y otra vez para recordar como era entonces. Hay cosas que no cambian (como la capilla de la Virgen del Pilar)…
… pero otras han cambiado tanto en los últimos años que no hay que olvidar como fue
Además, Rafael Castillejo nos invita a visitar su almacén de recuerdos:
Sean ustedes bienvenidos a mi "viejo desván". Puede que encuentren en él alguna cosa de la que un día se desprendieron y hoy les gustaría recuperar o, al menos, como es el caso, volver a ver. Aquí no se compra ni se vende nada. Este lugar está pensado para descansar durante un buen rato de tanta vulgaridad y chabacanería como la que nos invade hoy en día. Está dirigido a las personas que todavía se emocionan con las cosas sencillas. A los que vivieron en aquellos viejos cines de reestreno las más increíbles aventuras y las más bellas historias de amor. A los que no tenían otra cosa que viejos tebeos, algún cuento y una antigua radio, y a los que recuerdan con cariño aquella canción que bailaron por primera vez con la chica de sus sueños.