De todas las recetas que he encontrado en la red hemos preparado una mezcla a nuestro gusto.
Con medio kilo de queso de Burgos y cuatrocientos gramos de leche condensada, tres huevos, una cucharada de Maizena y seis de azúcar, una pizca de ralladura de limón, y el jugo de medio limón. Batir todo en un bol amplio con la batidora eléctrica hasta que quede una crema espesa. Añadir un puñado de pasas de Corinto remojadas previamente con ron o brandy, y un poco del licor.
En el horno precalentado a 170 grados deberá estar alrededor de cincuenta minutos.
La fuente de horno se debe untar con mantequilla para poderlo desmoldar fácilmente. También se le puede espolvorear pan rayado que se adherirá a la mantequilla y formará una costra alrededor riquísima.
Otra posibilidad es hacer caramelo y usarlo en lugar de la mantequilla y el pan rallado. Solo hay que alentar tres cucharadas de agua y tres de azúcar en un cazo y no dejar de removerlo hasta que empiece a tener color dorado. La próxima vez lo probaré así.