Como su nombre científico indica el Lactarius deliciosus, es una de las setas más apreciadas en gastronomía y más buscadas de España. En realidad de joven resulta exquisito, pero de adulto es ordinario. Con infinidad de nombres comunes (rebollón, níscalo, rovellón, mízcalo, guíscano, anizcle, mizcle) es la seta por excelencia del otoño, crece en pinares y bosques mixtos. Al corte segrega un látex de color zanahoria que se torna verde cardenillo al contacto con el aire.
Su pie es ahuecado y corto, más o menos cilíndrico o estrechado un poco en la base. De estructura granulosa: macizo de muy joven, después tiene zonas huecas sin dejar de ser resistente. Es del color del sombrero pero más pálido, con algunos hoyitos superficiales de color más intenso. Suele tener parásitos y entonces se hace frágil. El sombrero suele oscilar entre los 4 y 16 cm. de diámetro y su color anaranjado se ve modificado por círculos concéntricos de tonos rojizos y pálidos. En su juventud el sombrero se encuentra enrollado por sus bordes y conforme envejece se aplana para evolucionar a forma embudada. Las láminas son del mismo color, apretadas, finas y decurrentes.