La exposición de una foto es el equilibrio entre la apertura de diafragma, el tiempo de exposición y la sensibilidad del sensor para captar correctamente la luz existente que el fotómetro ha medido. Si tienes una cámara réflex digital puedes variar cada uno de estos parámetros para conseguir la mejor exposición. Pero si tu cámara es más simple o usas el modo automático puedes conseguirlo con un sencillo truco.
Estas dos fotografías del rio Duero (Salduero), están tomadas consecutivamente en modo automático, y evidentemente la segunda es mejor. En la primera se midió la exposición enfocando hacia el agua (botón de disparo a medio pulsar), mientras que en la segunda se enfocó hacia el cielo. Sin soltar el disparador se encuadra correctamente y se hace la fotografía. Luego con un programa de retoque fotográfico se aclararon las sombras en la segunda foto, pero el cielo quemado de la primera no tiene arreglo.