Lo primero que debe quedar claro es la diferencia entre ellos.
Open Source es software de libre distribución y de código abierto. Es decir que además de poder utilizar los programas se puede ver el código y si tienes los conocimientos necesarios (que no es mi caso) añadir plugins de acuerdo con tus necesidades, y por supuesto distribuir las mejoras que entre todos los programadores se hagan al código base. Por ello siempre se encuentran versiones estables y otras conocidas como beta (pruebas con los últimos códigos añadidos).
Free Software sin embargo son los programas registrados y licenciados, pero de distribución gratuita. Siempre se dice que en internet todo es gratuito, pero lo cierto es que muchas personas usan programas craqueados, a pesar del riesgo que puede suponer buscar los cracks en páginas de dudosa reputación.
Cada día los programas Open Source ganan en adeptos y en calidad. Los he descubierto recientemente tanto en el mundo profesional como en el privado. En el profesional por las temidas auditorías que tanto Microsoft como Business Software Alliance (BSA) están realizando por toda España. Ajustando las licencias necesarias, por la consabida crisis, se ha promovido el uso de programas como OpenOffice.org que sustituye dignamente a Microsoft Office. Personalmente me gusta más OpenOffice que la versión 2007 del Office, última que he probado. El programa Open Source de mayor difusión es Mozilla Firefox.
Particularmente lo encontré buscando programas de gestión de archivos RAW para mis fotografías. La unión entre los programas Ufraw y Gimp hacen muy sencilla el uso de este tipo de archivos, y sustituyen perfectamente a Adobe Photoshop, incluso algunas herramientas como la corrección de perspectivas me parece mejor (o con más usabilidad) que la del programa de pago.
En cuanto a los programas Free Software recomiendo sobre todo el paquete de Windows Live, con programas como Writer, con el que estoy escribiendo mis blogs, o Galería Fotográfica con la que retoco mis fotos.