Lo bueno si breve dos veces bueno. Las recetas más sencillas de elaborar suelen ser las más sabrosas. Apropiada para cualquier tipo de setas, aunque especialmente para rebollones o senderuela, las setas al ajillo con jamón es un buen ejemplo.
- Limpiamos y lavamos a conciencia las setas.
- Troceamos, volvemos a lavar, escurrimos y reservamos.
- Ponemos a calentar en sartén cuatro o cinco cucharadas de aceite de oliva, cuando esté caliente añadir ajos fileteados y la guindilla cayena.
- Cuando esté dorado el ajo echamos los níscalos en la sartén, removemos un minuto.
- Añadimos el jamón picado en dados y dejamos a fuego suave durante diez minutos.
- En este tiempo las setas soltarán su “delicioso” jugo.
- Un buen pellizco de romero o tomillo y una pizca de sal a mitad de cocción.
- Retiramos y servimos acompañado de un trozo de pan y un vaso de buen vino tinto.
Lo más saludable de esta receta sería salir a buscar las setas con la familia o con los amigos, pero si no se puede tampoco pasa nada, vas al mercado, los compras, y las preparas en tu cocina.
En lugar de jamón también resultan deliciosas con gambas peladas y/o gulas.